Este cuento, de García Márquez, cuenta la historia de un hombre que aparece en un pueblo de pescadores, y se le considera un ángel, debido a sus enormes alas.
La noticia de la llegada de este “ángel”, que de ángel casi nada tenía ya que “Estaba vestido como un trapero.
Le quedaban apenas unas hilachas descoloridas en el cráneo pelado y muy pocos dientes en la boca, y su lastimosa condición de bisabuelo ensopado lo había desprovisto de toda grandeza.” se expande rápidamente entre los vecinos.
Se le consideraba además, hacedor de milagros, y venía gente de todas partes para pedirle que remediara su mal. Pero todo esto acaba cuando llega al pueblo una feria errante, con su espectáculo de una mujer que se había convertido en araña por desobedecer a sus padres.
Dicho espectáculo, “cargado de tanta verdad humana y de tan terrible escarmiento, tenía que derrotar sin proponérselo al de un ángel despectivo que apenas si se dignaba mirar a los mortales.” A partir de esto, el ángel pierde totalmente su reputación, hasta que un día, sin ninguna explicación, emprende el vuelo y se va del pueblo volando.
Personajes:
El ángel. Es
descrito físicamente como un hombre viejo, con enormes alas de gallinazo
grande. Le quedaban apenas unas hilachas descoloridas en el cráneo pelado y muy
pocos dientes en la boca. Hablaba un dialecto incomprensible pero con una buena
voz de navegante, con ojos de anticuario. Comía solamente papillas de
berenjena. En cuanto a su carácter, su principal virtud era la paciencia.
Pelayo, el
hombre que encontró al ángel, y cuya descripción física es casi no existente,
era un hombre compasivo, quien no tuvo corazón para matar al ángel cuando
llegó. Pero cuando la fama le llegó al ángel, sacó a relucir su carácter
oportunista.
Elisenda, la
esposa de Pelayo, de la cual no hay descripción física, pero se puede decir que
era una mujer oportunista.
El padre
Gonzaga, el párroco del pueblo, era un hombre prudente, que no se dejaba llevar
fácilmente por el entusiasmo, sino que meditaba los pasos a seguir.
El narrador
presente en esta obra es omnisciente, ya que no está presente dentro de la obra pero sabe todos los pensamientos y sentimientos de los personajes:
Los planos que se encuentran en la obra
Físico: un pequeño
pueblo, probablemente colombiano, cuyos habitantes eran pescadores sin mayor
educación formal. Este pueblo estaba cerca del mar (“...tuvo que atravesar
su patio anegado para tirarlos al mar...”), con casas pobres, por donde se
metían los cangrejos.
La casa de Pelayo y Elisenda es donde pasa casi toda la historia: una
casa cerca del mar, con un gallinero pestilente donde alojaron al ángel. Por
otro lado, también forman parte del entorno físico de la obra las ferias
provenientes del Caribe, entre la cuales se encontraba la mujer-araña: “Vino
una feria ambulante con un acróbata volador, que pasó zumbando varias veces por
encima de la muchedumbre, pero nadie le hizo caso porque sus alas no eran de
ángel sino de murciélago sideral.”
Sicológico: el espacio
sicológico es de una ignorancia e incredulidad. La gente era muy crédula.
Creían en la sabiduría de las vecinas “sabias”, y atribuían al ángel milagros
burdos, que luego, debido a esa misma credulida de ignorancia es: “Pero
cuando salieron al patio con las primeras luces, encontraron a todo el
vecindario frente al gallinero, retozando con el ángel sin la menor devoción y
echándole cosas de comer por los huecos de las alambradas, como si no fuera una
criatura sobrenatural sino un animal de circo.”
Además,
la incredulidad de la verdadera naturaleza del ángel, representada por el padre
Gonzaga, es otro aspecto destacable de la manera de ser de los habitantes del
pueblo: algunos no creían que fuera realmente un ángel, y mandaban cartas al
Vaticano para asegurarse de que esto fuera realidad.
Social: el entorno
social es de pobreza que, a pesar de que no es descrita, se puede deducir, ya
que si los cangrejos se metían por las casas, quería decir que las
construcciones no eran adecuadas.
Además, Pelayo tenía un empleo de alguacil, lo cual era mal pagado: “...y
renunció para siempre a su mal empleo de alguacil...”.
Puntos
claves del cuento
El concepto
de la apariencia: la mayoría de la gente que vive en el pueblo de pescadores
cree que el hombre viejo es un ángel, pero por su descripción, su apariencia es
totalmente la contraria a la de un ángel: “...cuando el padre Gonzaga entró
en el gallinero y le dio los buenos días en latín el párroco sospechó de
impostura al comprobar que no entendía la lengua de Dios ni sabía saludar a sus
ministros.
El concepto
de fe: la gente cree que el hombre es un ángel, y llegan de todas partes
pidiéndole ayuda: “Vinieron en busca de salud los enfermos más desdichados
del Caribe: una pobre mujer que desde niña estaba contando los latidos de su
corazón y ya no le alcanzaban los números, un jamaicano que no podía dormir
porque lo atormentaba el ruido de las estrellas, un sonámbulo que se levantaba
de noche a deshacer dormido las cosas que había hecho despierto, y muchos otros
de menor gravedad. Pero esta fe en los milagros comienza a perderse cuando
resulta que los milagros hechos por el ángel no son los esperados.
La
incredulidad, la que está representada en especial por el padre Gonzaga, quien,
al ver el aspecto del ángel, duda si creer o no. Por otro lado, la incredulidad
del Vaticano reflejada en las cartas, es otra evidencia de la presencia de este
motivo en la historia.
La
ignorancia también puede ser considerada como otro motivo: la gente cree que
cualquier cosa fuera de lo normal es sinónimo de una señal divina, y se apega a
sus creencias de cómo deben ser las cosas.
Otro punto
es la desobediencia, representada por la mujer-araña: el espectáculo de una
mujer que se convirtió en araña por desobedecer a sus padres es algo
triste, pero también, moralizante
Video resumen de la obra
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